miércoles, 20 de noviembre de 2013

Crónica de la primera presentación de Ontromus (Sevilla)

¡Hola! Siento mucho haber tardado tanto en subir esta crónica: me ha pillado una pequeña mudanza y el comienzo del curso de por medio y no he podido sentarme tranquilamente a escribir hasta ahora. 

Antes de empezar a narrar la que fue la primera presentación de Ontromus además de la primera presentación de una obra mía que he organizado en toda mi vida—, quiero dar las gracias por enésima vez a todos los que vinieron, y también a aquellos que querían venir pero que no pudieron hacerlo por circunstancias adversas. El apoyo que recibí, aunque pueda parecer una exageración, fue abrumador; este proyecto fue más que nada un experimento en el que muchísimas cosas podrían salir mal, pero ver cómo la gente me anima a seguir y aprecia mi trabajo y mi esfuerzo es totalmente inspirador, una sensación cálida que me arranca una sonrisa cada vez que la recuerdo. Para alguien que empieza con pasitos pequeños, como yo, eso es muy importante, y vosotros estuvisteis allí para hacerlo posible. ¡Muchísimas gracias a todos!

Terminados los agradecimientos, comienzo con la crónica del día 8 de noviembre.

El día señalado desde hacía semanas como el "Día P" en mi calendario lo comencé repartiendo pequeños folletos por las calles para promocionar un poco la presentación, ya que no había podido pegar carteles con antelación. Fue una idea tonta que tuve algunos días antes y que al final no tuvo demasiado éxito, pero confieso que lo pasé bien "acosando" a la gente con las invitaciones. Creo que he descubierto mi verdadera vocación.

La prueba del delito. 
Después de la persecución de posibles víctimas inocentes y de un bonito día en Sevilla (fui a ver la película de El juego de Ender, que me decepcionó bastante. ¿Cómo no va a decepcionar si la comparamos con un libro tan genial?), llegó la hora de dirigirnos hacia Sensei Comics, donde tendría lugar la presentación. Ya había ido un par de veces y me conocía bien el camino: tan sólo era cuestión de salir del metro y doblar una esquina cercana. Pues, no me preguntéis cómo, todos los presentes nos equivocamos y, al salir del metro, echamos a andar en dirección contraria. 

Y claro, almas de cántaro las nuestras, no encontrábamos la calle. De hecho, no nos dimos cuenta del error hasta que nos dimos de bruces con la siguiente estación de metro. ¡Eran ya las siete menos cuarto y todavía teníamos que desandar lo andado y llegar hasta la librería! Volvimos a todo correr, encontramos la calle, giramos la esquina y salimos pitando hacia Sensei Comics, viéndome yo ya llegando tarde con todos los asistentes esperándome en mi propia presentación (¡ya tendría delito la cosa!). 

Pero, por suerte, al llegar a la calle Farmacéutico Murillo Herrera nos encontramos a gran parte de los asistentes tomando una copa en el bar de enfrente (ahí, ¡ese es el espíritu! :P ). Así que, viendo que la cosa iba con calma y que podíamos relajarnos, todavía tuve tiempo de charlar un poco con la gente que iba llegando y de preparar las cosas junto al dueño de la tienda. Hubo reencuentros, fotos, firmas, risas y mucha complicidad, pues había muchos amigos y conocidos entre los asistentes y me sentí verdadermente arropada. Todos los nervios y el miedo escénico que había ido acumulando ante la idea de hablar en público se evaporaron durante esos minutos previos al comienzo de la presentación.

Algunos de los presentes charlando entre ellos mientras nos acomodábamos en la sala.
Cuando el grueso del público fue terminando de llegar, pasamos a la sala del piso superior. Allí habían colocado sillas para los asistentes y una mesa, donde Alberto (mi editor) y yo presentaríamos el libro. Después de la oleada de fotos y de sonrisas de ánimo, la charla dio comienzo.



Alberto comenzó introduciendo de forma general la charla, presentándonos la novela y cómo la había conocido por primera vez. Habló de aquel relato breve que constituyó la primera versión de la historia y del libro en el que se había convertido. 



Después tomé yo el turno de palabra para hablar de Ontromus, empezando por el momento en el que surgieron sus cimientos y terminando con el día en el que por fin se lanzó al mercado. Conté las primeras ideas que tuve al respecto, hablé acerca del concurso de relatos que me animó a darle forma y de las complicaciones que había supuesto. También conté cómo me había decidido a enriquecer el texto con todo aquello que no pude contar en un relato de 9 páginas, dando a luz a una novela corta. Hablé también de otros temas, como mis desventuras con el mundillo editorial hasta que tomé la decisión de publicarla por mi cuenta y la obsesión transitoria por la que pasamos los aficionados a la creación literaria cuando trabajamos de lleno en alguna novela. Para terminar, Alberto habló de su labor como maquetador de la obra en formato físico hasta obtener el libro terminado que teníamos ante nosotros.

La verdad, una vez superada la vergüenza inicial, considero que la charla transcurrió muy bien, de forma amena y natural. Al final me divertí bastante contando nuestra "serie de catastróficas desdichas", y los asistentes no pudieron estar más receptivos y participativos.






Después de los aplausos y la reglamentaria ronda de preguntas, pasamos a una pequeña sesión de firma para aquellos que habían comprado el libro. Muchas risas, mucho cachondeo y mucha dedicatoria improvisada, ¡como debe ser! (excepto por lo de las dedicatorias improvisadas: ¡prometo currármelas más en un futuro!).

Después de terminar, agotando las conversaciones espontáneas en la librería, nos marchamos de la tienda para llevarnos la fiesta a otra parte. ¡Había que celebrar el éxito del encuentro en condiciones!

Y esta es, en resumidas cuentas, la crónica de nuestra pequeña presentación. Para mí fue una tarde mágica e inolvidable, prácticamente inmejorable. Si la próxima llega a ser la mitad de maravillosa de lo que lo fue ésta, me daré por satisfecha. 

Es posible que pronto pueda subir el vídeo de la presentación a youtube (pero no prometo nada); en ese caso os avisaré. También traeré pronto más noticias acerca de la siguiente presentación de Ontromus, que será en el mes de diciembre. Hasta entonces, me despido: espero, de verdad, que los asistentes al encuentro pasarais un buen rato y que los curiosos que hayan leído esta entrada hayan disfrutado con ella ;)

¡Un fuerte abrazo a todos y hasta la próxima!

Celia.

6 comentarios:

  1. La presentación fue muy entretenida. Me encantó oír la narración del nacimiento de Ontromus.
    Me alegro de haber ido :D

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    1. Ya te lo dije, pero a mí me hizo muchísima ilusión veros allí ^^ ¡Me alegro de que te gustara!

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  2. No me enteré de que era la presentación, habría hecho lo posible por ir. Me alegro de que fuera tan genial :D

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    1. Al final no pude darle toda la difusión que me hubiera gustado y hubo mucha gente que no se enteró :( ¡Pero muchísimas gracias por el interés! ^^

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  3. Oh, qué guay, me encanta *-* Qué envidia D: ¿Harás alguna por Cádiz alguna vez? Yo te la organizo si quieres y luego me cuelo entre el público xDDD
    Me alegra de veras que lo pasarais tan bien y que la novela esté teniendo tan buena acogida. ¡Es una historia genial! ^^

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    1. ¡Ojalá pudiera hacer una presentación en Cádiz! Lo que pasa es que lo veo complicado, no creo que tuviera mucho público :P Pero oye, nunca digas nunca XD
      Muchas gracias ^^ Siento que no pudieras venir, pero entiendo las complicaciones.

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